miércoles, 28 de enero de 2009

...

Para Edurne Keel

Sin estrellas, sin personas, sin ruido y fría, así fue esa noche, lo único que nos calentaba era el estar cerca del otro.

Mariposas...

El tiempo dejó de correr y el frío dejó de importar.

Todo dejó de importar.

Nada podía faltar, ni siquiera hubo motivo para pensar en eso.
Nada estaba escrito, nada estaba planeado.

Poco a poco nos fuimos acoplando, poco a poco el miedo dejó de existir.
Sin preguntar, sin entender, sin dudar.

Sin pensar.

Sin tener ni la menor idea de a dónde no llevaría esa noche, a dónde nos llevará.

Sentir.

Tú, yo.
.
Mis manos, mi cuello, tus labios.

Tus labios, mis labios.

Tu sonrisa.

Sinceridad.


Sinceridad sin necesidad de palabras.
Sólo actos.


Carisias que dicen mucho, pero no sabemos de que hablan.


Pensamientos que no dicen nada.



Aún sin estrellas la noche fue hermosa.

1 comentario:

edurne keel dijo...

...mis labios, tus labios.

éste es mío, el autor me ha cedido todos los derechos :)